Las flores con miel son típicas de Extremadura y desde siempre han sido
protagonistas de bodas, bautizos, comuniones e incluso ocasiones menos
festivas.
Nosotros en nuestras temporadas veraniegas en el campo siempre teníamos flores y otros dulces típicos como, pestiños, roscos de vino, perrunillas, piñonate, etc. además con y sin azúcar porque teníamos una hermana con diabetes y por tanto no podía tomar azúcar. Recuerdo ver a la dulcera (la señora Piedad) que se pasaba aquí varios días con mi madre haciendo todos los fritos y los que necesitaban horno se llevaban muy temprano a los hornos del pueblo y al medio día ver subir al cortijo al personal con los barreños cargados de dulces ya horneados. Luego mi madre los guardaba en grandes orzas que nos duraban todo el verano, siempre que guardara muy bien la llave de la despensa.
Cada familia extremeña, pueblo o zona tienen su propia receta con su propia fórmula, pero la base es siempre la misma.
FLORES FRITAS EXTREMEÑAS |
No encuentro las recetas de mi madre y abuela de estas flores, pero yo las hago así:
INGREDIENTES:
5 huevos
1 vaso de harina
1 vaso de azúcar
1 copita de anís
1/2 vaso de agua
una pizca de sal
miel para envolver
aceite para freir
COCIMIENTO PARA MEZCLAR CON LA MIEL:
1 cáscara de naranja
1 palo de canela
1 clavo de olor
2 vasos de agua
una pizca de sal
Batimos en un bol los huevos junto al azúcar, el anís, la sal y añadimos el agua, después la harina tamizada hasta hacer la masa que es bastante ligera y la dejamos reposar una media hora.
Sabemos que la masa está en su punto cuando al meter un dedo en ella se queda un poco impregnado. Si está muy espesa le agregamos un pelín de agua y si no se queda impregnado le echamos un poco de harina.
Calentamos en un perol o sartén honda el aceite y ponemos dentro el molde para que vaya calentándose.
CALENTANDO EL ACEITE Y MOLDE |
Cuando el aceite está caliente impregnamos el molde de masa
sin llegar arriba del todo y lo introducimos en el perol. Al ratito se
despegará la masa del molde y si no agitamos un poco el molde o nos ayudamos
con una espátula o cuchillo.
Para el cocimiento ponemos a cocer los dos vasos de agua con
la cáscara de naranja, el palo de canela, el clavo y la pizca de sal.
Cuando hemos acabado las flores calentamos la miel con un
poco de cocimiento y las bañamos. Si no queremos con miel las pasamos por
azúcar, recién fritas para que se les pegue bien.
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